La música
se oye y se siente.
Al cerrar los
ojos, impedimos que la información que
nos entra por los ojos nos distraiga y
por tanto centramos nuestra atención en la tonalidad armonía y ritmo de lo que
estamos escuchando.
Lo curioso es que
las personas invidentes también cierran los ojos.
La música provoca una
explosión de emociones y de recuerdos debido a que activa el sistema límbico y produce
la liberación de endorfinas (conocidas como las hormonas de la felicidad)
Las endorfinas son péptidos opioides endógenos que sintetiza nuestro organismo de forma natural para paliar el dolor y producir bienestar.
Las endorfinas también ayudan
en la liberación de hormonas sexuales (responsables de la libido), fortalecen
el sistema inmune y modulan el apetito.
Cuando hacemos actividades, que el cuerpo identifica como placenteras (reírnos, realizar ejercicio físico moderado, tener relaciones sexuales satisfactorias, escuchar música…) se produce un aumento de la producción de endorfinas.
De ahí que en mi primera
entrada realizase la siguiente pregunta: ¿Quién no se ha sentido mejor después
de escuchar una canción que le agrade?
Por ultimo, aunque no por
primera vez, citar que la música desata un sin fin de ventajas para nuestro
bienestar y relaciones sociales.
En definitiva, mejora nuestra
calidad de vida.
MACARENA ZALBIDEA MATEOS
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