miércoles, 31 de octubre de 2012

El ADN es influenciado por la música, las palabras y las frecuencias

 
 
Tras estudiar a fondo el ADN un grupo de investigadores rusos formados por científicos de diversas especialidades - entre ellos genetistas y lingüistas- han llegado a la conclusión de que puede ser modificado mediante sonidos y frecuencias y, por tanto, ¡por las palabras! Descubrieron que el código genético sigue las mismas reglas de todas las lenguas. Así quedaría confirmado el poder de la palabra sobre la salud.
 


EL ADN: UN BIOORDENADOR POR ONDAS

Solamente el 10% de nuestro ADN está siendo usado para producir proteínas. El otro 90% es considerado ‘ADN basura’, esta parte del ADN es la que estudiaron los investigadores rusos.

Su trabajo presenta a nuestro ADN como un bioordenador capaz de recoger y transmitir información de su entorno a través de ondas a partir de las cuales pueden modificarse los patrones de comportamiento de las células.

Los experimentos llevados a cabo en Moscú les han llevado a las siguientes conclusiones:

1º- La evolución ha creado en los biosistemas - organismos vivos- "textos genéticos" articulados de acuerdo a patrones semejantes al conjunto de normas y reglas subyacentes en todas las lenguas humanas en los que los nucleótidos del ADN, dotados de frecuencias cargadas de información, juegan el papel de caracteres. Y a partir de esos "textos genéticos" se van conformando los distintos procesos orgánicos, Siendo pues el ser humano, en definitiva, un "bello discurso" de la Naturaleza.

2º- El aparato cromosómico actúa como antena de recepción y transmisión de "textos genéticos", los descifra, los codifica y los reenvía.

3º- Los cromosomas de los organismos pluricelulares constituyen en forma replegada una puerta holográfica (capaz de reproducir la imagen de todo el organismo en cada una de sus partes) abierta al espacio y al tiempo.


EL CÓDIGO GENÉTICO, NUESTRA PRIMERA LENGUA
A partir del estudio comparado de la semántica, la sintaxis, las bases de la gramática y otros aspectos del estudio de las lenguas con la configuración del código genético y la síntesis de proteínas llegaron a la conclusión de que éste comparte con nuestros idiomas las mismas reglas, a un nivel más profundo donde todas las lenguas presentan estructuras comparables a la hora de unir caracteres para formar mensajes inteligibles.

También han descubierto que la inteligencia subyacente en los procesos que dan lugar a una lengua se da ya en la interrelación y elección de compañeros para la síntesis de proteínas a nivel del ADN.

Si el ADN y el código genético existían ya antes de que los primeros humanos dijeran una sola palabra articulada es fácil deducir que cada lengua se desarrolló a partir del modelo básico existente en la estructura de nuestro código genético siendo éste la fuente de todas las lenguas. Esto no quiere decir que la capacidad de hablar sea sólo un efecto secundario de las proteínas elaboradas por algunos genes sino que el orden de los nucleótidos en el ADN sigue un plan inmaterial inteligente que ha sido imitado en la estructura de nuestros idiomas.
 
En The DNA-wave Biocomputer podemos leer:
"A través de una señal láser y sus campos electroacústicos solitónicos es como el gen ‘lee y entiende’ estos textos de manera similar al pensamiento humano. Pero a su propio nivel genómico de ‘razonamiento’". Es decir, si el ADN entiende ciertas frecuencias entonces puede establecerse un tipo de intercambio de información con él.

ISABEL SIERRA ALCAÑIZ

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