miércoles, 17 de octubre de 2012
LA MÚSICA FAVORECE LA RECUPERACIÓN DEL ICTUS
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro.La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.
Según un estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia) escuchar música en las fases iniciales tras sufrir un ictus puede mejorar la recuperación del paciente. Los investigadores descubrieron que si los pacientes de ictus escuchaban música un par de horas al día, su memoria verbal y su capacidad de atención se recuperaban mejor y tenían un estado de ánimo más positivo que aquellos pacientes que no escuchaban nada o escuchaban audiolibros.
Es la primera vez que un efecto de este tipo se observa en humanos y creen que estos resultados tendrán importantes implicaciones para la práctica clínica.
Los investigadores se centraron en 60 pacientes que habían sufrido un ictus de la arteria cerebral media del hemisferio izquierdo o derecho y comenzaron a trabajar con ellos tan pronto como fue posible tras sufrir el episodio cerebrovascular.
La mayoría de pacientes tenían problemas de movimiento y de procesos cognitivos como la atención y la memoria como resultado del ictus. Los investigadores asignaron de forma aleatoria a los pacientes a un grupo de escucha de música, un grupo de lenguaje o a un grupo control.
Durante los siguientes dos meses, los grupos de música y lenguaje escuchaban diariamente música que elegían o audiolibros, respectivamente, mientras que el grupo control no recibía ningún material para escuchar. Todos los pacientes recibieron la rehabilitación estándar para el ictus. Los investigadores siguieron y evaluaron a los pacientes hasta seis meses después del ictus y 54 pacientes completaron el estudio.
Los autores descubrieron que tres meses después del ictus, la memoria verbal mejoraba desde la primera semana alrededor del 60 por ciento en aquellos que escuchaban música, un 18 por ciento para los que oían audiolibros y un 29 por ciento en aquellos que no escuchaban nada.
De forma similar, la atención focalizada, la capacidad de controlar y realizar operaciones mentales y resolver conflictos entre respuestas, mejoró un 17 por ciento en quienes escuchaban música pero no se observó mejoría en los otros dos grupos de pacientes. Estas diferencias se mantuvieron a los seis meses del ictus.
Además, los investigadores descubrieron que el grupo de pacientes que escuchaba música experimentó menos estados de ánimo de depresión y confusión que los pacientes del grupo control.
Estas diferencias en la recuperación cognitiva pueden atribuirse directamente al efecto de escuchar música, además, el hecho de que la mayoría de la música estuviera acompañada por voz sugería que este componente musical o la combinación de música y voz, jugaba un papel crucial en la mejor recuperación de los pacientes.
Esta terapia con música no tiene por qué funcionar en todos los pacientes y que no sería en todo caso un tratamiento alternativo, sino una medida adicional a otras formas de terapia como la rehabilitación del lenguaje o neurosicológica.
ISABEL SIERRA ALCAÑIZ
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