La cadena Al Jazeera recogió diversos testimonios de presos de la base militar estadounidense Guántanamo, ubicado en Cuba. En estos testimonios se denunció que uno de los métodos de tortura que ejecutaba el ejército de los Estados Unidos a sus prisioneros era escuchar canciones una y otra vez a gran volumen. El audiovisual de la cadena árabe ilustra como las tropas estadounidenses ataban a los reclusos a sillas con audífonos puestos que reproducen las canciones usadas durante horas o días a un volumen fortísimo.
Según el psiquiatra Stephen Xenakis, general retirado del ejército estadounidense, este tipo de tortura conduce al cerebro al mismo nivel de ansiedad que puede causar el síndrome de estrés postraumático.
Además un documento de la agencia de inteligencia estadounidense, CIA, indicaba que la música debía ser tocada a los reclusos tan fuerte como sonaría una carretera 18 horas al día o como el sonido de una moto durante ocho horas.
Entre las diferentes canciones utilizadas destaca por su peculiaridad la melodía del programa infantil Barrio Sésamo, de la cual su creador catalogó ese procedimiento de atroz y deploró la idea de usar su obra en fines tan perversos.
Otras de ellas eran canciones como Baby one more time de Britney Spears, Killin in the name de Rage against the machine, White America de Eminem o Enter sandman de Metallica.
Muchos de estos músicos invocaron la Ley de Libertad de Información para exigir a Washington la lista de los temas usados en los interrogatorios, contribuyeron al lanzamiento de una campaña contra ese método y se sumaron a la iniciativa mundial por el cierre de la base militar.
BEATRIZ RODRÍGUEZ OREA
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